
Primer traductor de la Biblia. Nacido en Montemolín (entonces Reino
de Sevilla, actualmente Extremadura) en 1520 aprox. y fallecido en Frankfort
en 1594. Con otros, abandonó el monasterio jerónimo de San
Isidoro del Campo en Santiponce, próximo a Sevilla, en 1557, al descubrirse la
comunidad protestante sevillana, fijando su residencia en Ginebra. Su deseo
de ponerse a salvo del Santo Oficio, diferencias con sus nuevos correligionarios,
las intrigas de Felipe II (que puso espías cerca de él y
precio a su cabeza), necesidades económicas, la política
española en Flandes y la impresión de su traducción
de la Biblia - la primera completa al castellano de los originales - le
obligaron a cambios constantes de domicilio. Así lo vemos en Frankfort,
Londres, Amberes, Bergerac, Castillo de Montargis, Basilea y Estrasburgo.

Como traductor, se le debe la conocida como
Biblia del Oso (Basilea,
1569) y la traducción al francés de
Historia Confessionis
Augustanae (Amberes, 1582). Fue el autor de la
Declaración
o Confesión de Fe hechas por ciertos fieles españoles, que
huyendo de los abusos de la Iglesia Romana y la crueldad de la Inquisición
de España, hicieron a la iglesia de los fieles para ser en ella
recibidos (Frankfort, 1577); de comentarios a porciones de los Evangelios
de San Juan y San Mateo (aparecidas en latin en 1573, Frankfort) y de un
Catecismo
(1580), publicado en latín, francés y holandés. También
redacto unos
Estatutos para una sociedad de ayuda a los pobres y
perseguidos, en Frankfort, que ha llegado hasta nosotros.
En el Auto de Fe de la inquisición de Sevilla, el 26 de abril
de 1562, fue quemado en efigie y figuró en el Indice como
autor de primera clase.
Al morir le sucedió en el pastorado de la comunidad luterana
de habla francesa en Frankfort uno de sus hijos, Marcos. Allí se
conserva un retrato suyo al óleo que reza así: "Casiodoro
de Reina, nacido en Sevilla..."
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